Amo este prólogo tanto como la primera vez que lo leí.
"Porque a mí me parece que la mente humana tiene un motivo muy poderoso para estar enferma, para caer en la demencia. Y ése desvarío que nos amenaza es nuestra propia tanatofobia, nuestro miedo paranoico a la muerte, potenciado astutamente por los sacerdotes de las distintas religiones para montar sobre él su negocio." (...)
"Ese Dios que, por otra parte, resulta imposible por definición. La más elemental lógica nos dice, a la vista del mundo que nos rodea, que ese Dios no puede ser, como se le atribuye, infinitamente poderoso, bueno y sabio. Si es infinitamente poderoso, no puede ser bueno y a la vez responsable de la existencia en este mundo de tanto dolor y miserias. Si es bueno, no puede haber deseado que exista todo lo malo; así que la presencia del mal nos prueba que no es infinitamente poderoso. Si se nos arguye que el mal ha sido creado para ponernos a prueba y que sepa Dios cuáles de nosotros merecemos la salvación, no sería ese Dios infinitamente sabio, ya que ignora quiénes van a resultar dignos o no del paraíso". (...)
Prólogo por Miguel Ángel Pérez Oca.
MiltonAsh. "La Biblia ante la Biblia: la Historia, la Ciencia y la Mitología", Tomo 1.

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